miércoles, 1 de febrero de 2017

Reflexología, también en el embarazo.

El embarazo es una etapa muy especial para el cuerpo femenino. Los cambios internos y externos pueden hacer aparecer molestias que antes no existían o pueden acentuar los síntomas de las que ya teníamos antes, y el problema más común es que la medicación está muy restringida durante la gestación, por eso es un buen momento para tener en cuenta una terapia natural como la reflexología.

Se recomienda la terapia a partir del primer trimestre, aunque en principio no hay contra indicaciones es conveniente esperar un poquito para que el embarazo esté avanzado al menos 12 semanas.

¿Y para qué puede servirte la Reflex si estás embarazada? Pues para todas aquellas molestias de las que ya hemos hablado... y para algunas que pueden aparecer de repente.
Las nauseas, malos cuerpos o molestias típicas de los primeros meses pueden aliviarse si te duran más de un trimestre, también las malas digestiones o el estreñimiento que es una de las cosas que suele empeorar en muchisimos casos.

También las molestias musculares generadas por el cambio de nuestra estructura corporal pueden aliviarse con réflex, ya que a partir de ciertas semanas es casi imposible recibir un buen masaje de espalda.

La circulación, la retención de líquidos, los cambios en el sueño o la ansiedad ante la nueva etapa que comienza pueden ser mucho más llevadera si disfrutas de esta terapia.

Además, muchas de las embarazadas comienzan a sufrir el llamado "síndrome de piernas inquietas", esa sensación de quemazón, ardor y hormigueo en las piernas que las obliga a levantarse de la cama a los pocos minutos de haberse tumbado. En estos casos he de decir que la eficacia de la Reflexología es realmente sorprendente, la mejoría es evidente desde la primera sesión, y en ocasiones han sido suficientes dos sesiones para terminar con esta sensación.

Cada mujer vive el embarazo de manera diferente y encuentra en esa etapa unos cambios que pueden hacerla sentirse genial o por el contrario, fatal. 

La Reflexología puede ser vuestra gran aliada en esos meses de cambio, ilusión y expectativas.

En la etapa de preparación al parto, los masajes de réflex ayudan a la mujer a prepararse para afrontar el parto, ya que estimulamos el sistema endocrino para que produzca de forma natural las hormonas que participan en este momento (oxitocina, adrenalina y endorfinas).

Finalmente en el postparto o puerperio, la reflexología puede ayudar a que nuestro cuerpo recupere el equilibrio perdido en estos meses de cambios, además de conseguir que los nervios, la ansiedad o el cansandio típicos de esta etapa sean mucho más llevaderos.

Como veis, la reflexología aporta beneficios y resulta útil en cualquier momento, también durante el embarazo.