Muchos de vosotros tenéis cierta curiosidad sobre aspectos concretos de la Reflexología. La duda más recurrente es saber en qué consiste y cómo trabaja el terapeuta en sus sesiones.
A continuación os explicaré la parte más práctica de las sesiones de Reflexología Podal, en general común a casi todos los reflexólogos.
Las sesiones de Reflexología suelen durar entre 50 y 60 minutos aproximadamente. En la primera sesión el terapeuta realiza una entrevista para conocer mejor a la persona que va a recibir la terapia. En esa entrevista se busca conocer aspectos destacables de salud, hábitos alimentarios, calidad del sueño, o las molestias que se desean mejorar.
Al finalizar esta primera parte, el terapeuta pasará directamente a ejercer el masaje de pies que contiene todo el trabajo de Reflexología. Se suele trabajar en primer lugar un pie y después el otro, aunque hay movimientos que se combinan en ambos pies para aliviar problemas como por ejemplo el estreñimiento, los dolores de espalda...
El reflexólogo utiliza diferentes movimientos a lo largo de la sesión, dependiendo de si lo que busca es anestesiar algún dolor agudo o trabajar alguna zona específica relacionada con la molestia que presente la persona que está en sus manos en ese momento.
Por lo general la Reflexología resulta agradable y muy relajante, aunque es cierto que en algunos puntos determinados del pie se puede experimentar molestia o dolor (que irá atenuándose a lo largo de la sesión hasta desaparecer casi por completo).
La sensación en ningún caso es desagradable y para los que sufrís las temidas cosquillas, tranquilos, el terapeuta no os producirá cosquillas a pesar de estar casi una hora trabajando con sus manos sobre vuestros pies.
Algunas personas sienten un cosquilleo en la zona de la nuca y la cabeza, o incluso la sensación de "tener el vello de punta" como cuando se recibe una caricia. Es común también notar más movimiento intestinal, ya que estamos activando nuestro sistema digestivo y todos los sistemas excretores, en algunos casos la relajación es tal que conduce a un sueño placentero y casi inevitable... La conversación va decayendo hasta llegar a un punto de absoluta tranquilidad.
Sin duda, solo por este tipo de sensaciones, os animo a probar una terapia que os sorprenderá casi con total seguridad.
Si tenéis alguna duda, podéis dejar vuestros comentarios.
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